El Proyecto Plantinga: El argumento cosmológico kalam
William Lane Craig, PhD, Universidad de Birmingham y Universidad de Múnich
Profesor de Filosofía, Talbot Escuela de Teología, Universidad Bautista de Houston (EEUU)
1. Introducción
El argumento cosmológico kalam —kalam significa “palabra” o “discurso” en árabe— ha tenido una historia interesante. Aunque está estrechamente relacionado con el argumento cosmológico, y por tanto sus raíces se remontan hasta la antigüedad, fue formulado por primera vez por el teólogo musulmán al-Ghazali del s. XI-XII. Originalmente lo presentó así:
Cada entidad que tiene un comienzo tiene una causa por dicho comienzo.
El mundo es una entidad que tiene un comienzo.
Por tanto, tiene una causa por su comienzo.
El argumento estuvo presente en Occidente durante los siguientes siglos, pero tenía mala fama durante la primera mitad del s. XX. Sin embargo, en 1979, William Lane Craig lo resucitó con la publicación de su primera tesis doctoral. Desde entonces, ha crecido su influencia y ha generado mucha discusión, tanto a favor como en contra.
2. El argumento cosmológico kalam en el s. XXI
A la luz de los hallazgos científicos modernos, Craig ha actualizado la formulación original de al-Ghazali, y la ha modificado ligeramente también. Lo presenta así:
Si el universo empezara a existir, entonces el universo tiene una causa por su comienzo.
El universo empezó a existir.
Por tanto, el universo tiene una causa.
Con respecto a la primera premisa, solo ha habido una posible objeción que está basada en un debate filosófico sobre la naturaleza del tiempo con respecto al pasado, presente y futuro. Para los interesados, pueden investigar el llamado “Teoría-A” y “Teoría-B” del tiempo, igual que los dos libros de Craig sobre el tema: The Tensed Theory of Time y The Tenseless Theory of Time. Por decirlo de una manera sencilla, no parece que haya una buena objeción a la primera premisa.
La segunda premisa es el centro y foco del debate. Craig defiende la premisa con argumentos filosóficos y científicos. Su primer argumento filosófico es así:
Un infinito concreto no puede existir.
Un regreso temporal infinito de eventos es un infinito concreto.
Por tanto, un regreso temporal infinito de eventos no puede existir.
Es importante ver que este argumento solo es aplicable a los infinitos “concretos” y no a los “teoréticos”, como los números, las series, etc. Por tanto, mientras que los científicos y filósofos puedan usar teorías que incluyen realidades infinitas —hasta realidades infinitas concretas—, dichas teorías nunca pueden actualizarse en nuestro mundo.
Presenta su segundo argumento filosófico así:
Una colección formada por la adición sucesiva no puede ser un infinito concreto.
La serie temporal de acontecimientos es una colección formada por la adición sucesiva.
Por tanto, la serie temporal de acontecimientos no puede ser un infinito concreto.
Con estos dos argumentos, Craig ha demostrado que las realidades infinitas concretas no pueden existir, y que el tiempo, por su propia naturaleza, es una realidad concreta. Por tanto, el universo, que está compuesto por el tiempo y el espacio, no puede ser una entidad infinita. Al contrario, tanto el tiempo como el espacio tienen que ser finitos, confirmando así la premisa de que el universo empezó a existir.
En cuanto a la evidencia científica, tanto el teorema borde-Guth-Vilenkin como los argumentos expuestos por James Hartle y Stephen Hawking han demostrado que la concepción clásica del tiempo y del espacio no pueden extenderse hasta el pasado infinito, sino que tienen que alcanzar una barrera en algún momento en el pasado finito. Aunque Hawkins mismo postula una realidad de gravedad cuántica antes del universo que existía fuera del tiempo y que por tanto simplemente “es”, esa afirmación es difícil de defender: existía “antes” (¡!) del universo y de alguna manera es la “causa” del universo. También, es difícil de demostrar cómo esta realidad podría ser estática “desde siempre”, y luego cambiar de alguna manera para hacer existir al universo.
Craig ha presentado argumentos convincentes que apoyan sus dos premisas. Hasta que no haya evidencia en su contra, estamos obligados a concluir que el universo empezó a existir, lo cual exige necesariamente una causa. ¿Qué podría ser la causa? Los teístas postulan a Dios. ¿Qué postulan los ateos?